El consumo de gas natural representa el 20-25% de la energía primaria consumida actualmente en Cataluña, necesario para la actividad industrial, y para aplicaciones difícilmente electrificables a corto y medio plazo. Para sustituir esta demanda por gas renovable y de forma soberana, hay una fuerte expansión de las plantas de generación de biogás y biometano. Para aumentar la producción de gas metano renovable, se puede combinar el biogás con hidrógeno verde. Esta tecnología, denominada metanación, convierte el dióxido de carbono presente en el biogás y disminuyendo emisiones de ese gas. El producto final, metano renovable, tiene las mismas propiedades que el gas natural fósil, se puede transportar a través de las infraestructuras ya existentes y facilita la descarbonización de la actividad industrial.
Las pocas tecnologías comerciales de metanación todavía tienen un coste prohibitivo y presentan ciertas carencias. Desde el IREC, se han diseñado unos dispositivos propios que permiten minimizar los costes de inversión y de operación, manteniendo la calidad del producto final. La estrategia tecnológica se ha basado en la simplificación del sistema de intercambio de calor y reducción del equipo auxiliar. Con una apuesta por tecnología adecuada por las pequeñas plantas productoras de biogás distribuidas en el territorio se quiere facilitar el despliegue del metano verde. Actualmente, estos dispositivos han sido validados, tanto a escala de laboratorio, como en condiciones reales en una planta piloto. Concretamente, en el marco del proyecto Ruralgas (validación de dispositivos de valorización de biogás para zonas rurales), se ha validado la tecnología con el biogás generado en el depósito controlado de Mas de Barberans, en Tierras del Ebro.
La reducción del impacto ambiental se basa en ser la única tecnología que permite la valorización de todo el carbono biogénico presente en los residuos; permitir el almacenamiento de energía eléctrica renovable, en forma de combustible mediante la generación y consumo de hidrógeno; y facilitar la descarbonización de la red de gas natural. A nivel económico, se ofrece al sector industrial y doméstico la posibilidad de utilizar un gas natural renovable competitivo. En todo caso, el hecho diferencial de la tecnología es el impacto social, puesto que su impulso permitirá la construcción de pequeñas plantas de forma distribuida en todo el territorio, que a la vez permitirá crear puestos de trabajo cualificados, y de ofrecer la posibilidad de fijar población en el territorio.
En esta línea, el proyecto BIOHIDROGAS (Dispositivos para conversión de biogás con hidrógeno a gas renovable) es una ayuda “Innovadores” (AGAUR) que va destinado a la valorización y transferencia de esta línea de desarrollo del IREC. El proyecto cuenta con un presupuesto total de 84.000 euros y tendrá una duración de 18 meses.
Jordi Guilera, jefe de la línea de investigación en termoquímica y bioenergía al IREC, lidera este proyecto, que cuenta con la contratación de Rosana Boccia que tiene un perfil emprendedor y llevará a cabo las actividades necesarias para la transferencia al sector productivo de la tecnología desarrollada por nuestro instituto.
Agradecimientos (en Catalán): Amb el suport del Departament de Recerca i Universitats de la Generalitat de Catalunya.
